¿Qué ver en Torrelodones?

¿Ya tienes tu entrada a la WordCamp Torrelodones? ¿Si? Estupendo. Déjanos ahora contarte los planes que puedes hacer mientras estés aquí. Turismo, ocio, gastronomía, historia…

No te puedes hacer una idea de la cantidad de planes que ofrece Torrelodones. Estamos seguros de que te faltarán horas para conocer la huella que nos ha dejado la historia, y que volverás a visitarnos para disfrutar de nuestro riquísimo patrimonio natural (y gastronómico).

Te vamos a proponer varias rutas para que elijas aquella que más te interese. ¡Allá vamos!

Ruta Early Grafiteros – Pinturas rupestres y el Monte de los Ángeles

Torrelodones, localidad que se caracteriza por sus caprichosas formas de granito (lugar ideal para quienes se inician en la escalada), es uno de los espacios naturales imprescindibles de la Comunidad de Madrid, ya que contiene el 28 por ciento de la flora de la región. Aquí se han catalogado más de 740 especies distintas, diversas aves, reptiles y mamíferos, entre los que destacan los jabalíes (de ahí que hayamos diseñado a nuestro simpático wabalí para la WordCamp).

El primer plan que te proponemos en las horas libres es que descubras el Monte de Los Ángeles, donde se encuentra la finca del Palacio del Canto del Pico. Puedes acceder por un camino que está frente al Instituto Diego Velázquez, en la Avenida de la Dehesa, o también, si quieres ver el palacio más de cerca, puedes ir por cualquiera de los caminos que hay próximos a la urbanización de Los Robles. Desde ahí arriba, las vistas de la Comunidad de Madrid son increíbles.

Pero, empecemos por el principio. ¿Sabías que hace unos 3.000 años Torrelodones estuvo ocupado por una colonia de artistas? Como lo oyes.

La historia es las pinturas rupestres es algo controvertida.

Descubiertas en el siglo XX, se pensó en un primer momento que se trataba de pinturas del periodo pospaleolítico. Sin embargo, en la actualidad, se sospecha que podrían ser unas simples imitaciones hechas en el siglo XIX. Al margen de quién fuese el grafitero original, si son reales o no, merece mucho la pena acercarse al Canto de la Cueva del Monte de Los Ángeles.

Una advertencia. El Palacio del Canto del Pico (el que ves en la foto) es una propiedad privada. No se puede acceder. Y es una pena lo mal conservado que está.

Ruta de la rotonda del Dedo Gordo a la iglesia de la Asunción

Sí, el dedo gordo. ¿Qué pasa? Somos así.

La segunda ruta que te proponemos es recorrer el camino histórico del Pueblo de Torrelodones desde la rotonda del Dedo Gordo por la calle Real y Carlos Picabea hasta la Iglesia de la Asunción. En el paseo podrás ver algunas fachadas de piedra originales integradas en construcciones modernas.

En 1668, Pier María Baldi, pintor y arquitecto italiano que andaba de turismo por España con Cosme de Medici, nos dejó la primera instantánea de Torrelodones. En su libro de viajes comenta que, de visita a El Escorial, paró a comer en Torre de Oidores, «una aldehuela miserable situada al pie de unas colinas rocosas».

Ejem… Sin comentarios.

Y es que Torrelodones ha sido históricamente un pueblo hostelero. Justo antes de llegar al Ayuntamiento podrás ver el edificio de La Posada, en el terreno de los antiguos aposentos reales de Felipe II, junto al mesón de Francisco Baños.

El paseo que te proponemos te llevará por delante de la fuente del Caño (de 1590), la fuente del Arca cambija hasta la iglesia de la Asunción (1640).

Como eso de andar da mucha hambre. Entre Barak, en la rotonda del Dedo Gordo, y Taberneros, cerca de la iglesia, encontrarás más de 20 bares y restaurantes en los que podrás reponer fuerzas del paseo.

Ruta de la Iglesia de la Asunción a la Atalaya de Torrelodones

No puedes marcharte de Torrelodones sin acercarte a la torre, o la atalaya. Es como ir a Roma y no pasar por la Piazza de Spagna, el Coliseo, o el Foro Romano… Bueno, que pillas la idea.

Para llegar a la torre, sales por la calle Huertos, justo pasado el puente hasta la entrada de la Urbanización las Marías, y avanzas por un camino de tierra que te llevará a los pies de la torre.

No está confirmado, pero todo apunta a que la torre se levantó en torno al siglo X por orden de las autoridades del Califato de Córdoba. Formaba parte de una serie de fortificaciones de vigilancia con las que los omeyas trataron de parar los pies a los cristianos cuando bajaban de razia desde el norte.

En estos más de mil años, la atalaya ha visto pasar ejércitos y reyes, comerciantes y peregrinos… Incluso, en la época de la transición, en 1978, sufrió un atentado con bomba, vete tú a saber por qué.

Torrelodones ha sido históricamente un cruce de caminos y la torre es su señal de identidad. Pero no siempre ha sido así.

Está muy reconstruida. Hace unos años un vecino encontró en un anticuario una foto datada en 1870. Te dejamos por aquí un enlace al Archivo Histórico Municipal en el que encontrarás más imágenes de la atalaya.

Lo que puedes ver ahora es una reconstrucción de 1930 que incorporó almenas al cuerpo y un matacán típicamente cristiano a la torre.

Aunque por desgracia la torre está cerrada y no se puede acceder al interior, las vistas hacia el Palacio del Canto del Pico, Madrid y la llanura de Villanueva del Pardillo son espectaculares.

Si te va el rollo a lo Indiana Jones, cuenta una leyenda que a los pies de la Torre está la entrada a un pasadizo que cruza la Autopista por el cauce del arroyo de la Torre.

(Nuestro consejo: hazlo cuando termine la WordCamp.)

Como puedes ver, son tres rutas fáciles, algunas con opciones de gastronomía incluidas, que te permiten conocer un poco mejor la zona, nuestra historia y ocio. Reserva tiempo para conocer Torrelodones. No te arrepentirás.

Y si aún no tienes entrada para la WCTorre, todavía estás a tiempo. Te dejamos por aquí el enlace para ponértelo más fácil.